La compañía Electrónicas Hart, fue formada en los primeros años de la década del 60, con el fin de diseñar y producir instrumentos espaciales para el Programa Apolo de aterrizaje en la luna. Sus fundadores fueron dos eminentes físicos los doctores Smith Lane y Raymond Morey.
Convenientemente financiados por el multimillonario Robert Hart, los fundadores pronto atrajeron a un gran grupo de científicos que desarrollaron instrumentos de aceleración y equipos de prueba de utilidad para los programas espaciales y también para los sistemas de proyectiles. Después de algunos años se encontraron diseñando y produciendo sistemas completos de control espacial lo que significó, al cabo de diez años de trabajo, una facturación anual cercana a los USD 100 millones con 4.000 empleados.
La compañía no estuvo bien administrada y organizada durante su rápido crecimiento, pero gracias a sus nuevos e imaginativos productos tuvo éxito e hizo utilidades razonables. Sin embargo, a medida que creció apareció la competencia en ese campo y el Sr. Hart, se preocupó por la habilidad de la compañía para comercializar y producir en forma eficiente.
Al discutir este problema con sus consultores, fue informado que la compañía tenía a científicos de gran prestigio a cargo de funciones administrativa sin conocimiento sobre esta materia por lo que debían aprender sobre administración para convertirse en administradores más efectivos. En este punto, el Sr. Hart pidió a sus consultores iniciar un programa de desarrollo administrativo lo que llevó, a pesar de la poca adhesión que tuvo esta idea, a establecer un comité de desarrollo administrativo con el consultor como presidente del mismo. En este comité “colaboraban” con este consultor el vicepresidente financiero, el director de personal y dos líderes científicos que dirigían importantes divisiones de la compañía.
En la primera reunión del comité, los dos científicos se sintieron muy poco atraídos por el programa, pensando, con alguna justificación, que una compañía que había mostrado un crecimiento tan rápido y tanto éxito, difícilmente requería un entrenamiento administrativo.
Uno de ellos, tratando de detener el programa, comentó al iniciar la reunión:
¿Cómo podemos hablar de instituir un programa de desarrollo administrativo si hasta la fecha nadie ha sido capaz de decirme que es administración? He oído decir que consiste en hacer que las personas hagan las cosas. Si se trata de eso, es justamente lo que he estado haciendo en mi trabajo durante varios años. ¿Por qué tenemos que perder nuestro tiempo entonces en desarrollar un programa significativo para algo tan simple como esto?
¿Qué opina usted sobre este comentario?
Si considera acertada la decisión de iniciar este programa, ¿Cómo respondería a las objeciones planteadas por este científico?
Se puede utilizar las siguientes ideas para desarrollar algún aporte sobre el tema:
- Hacer cosas, hacer bien las cosas, hacer las cosas correctas y necesarias.
- Estudios recientes de especialistas en desarrollo económico, han demostrado cual es el factor limitante de mayor peso para un proceso de desarrollo (proyecto, organización, sociedad). Contrariamente a lo originalmente postulado, no resultó ser la falta de capital y tecnología, sino la carencia de administradores capaces y enérgicos. Específicamente para el desarrollo de un proyecto, el reto está en disminuir el riesgo y la incertidumbre con el fin de propiciar la confianza de inversionistas en la factibilidad de lograr los resultados deseados como producto de los recursos que desean invertir.
"Material presentado en el curso sobre Administración de Proyectos de la Maestría en Ingeniería de
Proyectos de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)."
